Para ti
Creo que esta es una de las entradas con tanto amor y sentimiento que nunca hice. Pero creo que mereces que hoy más que nunca te lo dedique.
En esta ocasión voy a hablar de ti.
Para mí eras más que un tío, eras mi alma gemela y sin esperarlo de la noche a la mañana te fuiste.
Aún recuerdo ese día como si fuese hoy. Recuerdo que la noche anterior no conseguía dormir, no sabía por qué, pero tenía una sensación extraña que no me dejaba dormir. Llegó la madrugada y conseguí dormir. Y al despertar fue el peor despertar de toda mi vida, recibí un mensaje de mi padre diciendo que te habías ido al cielo. No podía creer lo que estaba viendo, me froté los ojos y llenos de lagrimas volví a leer aquel horrible mensaje, eran las 11 de la mañana y llamé a mi madre con todo el dolor que tenia dentro de mí. Seguía sin creerlo, te fuiste mientras dormía, pensaba que seguía en una pesadilla y me quería despertar, pero no fue así, era tan real como la vida misma.
Con todas mis fuerzas cogí el coche y viajé con mi madre 400km aprox. hasta llegar a Castellón. Durante todo el camino intentaba distraerme con cosas que veía por la carretera porque mi mente no era capaz de asimilar eso.
Una vez llegué allí y entré no podía creer lo que veían mis ojos, tu nombre en una pantalla indicando la sala, me volví a frotar los ojos por hacer un intento de no querer ver la realidad y entré. Fue el único momento que lloré delante de mi familia, tragué saliva y me acerqué a aquel cristal tan frío y triste que había en esa sala. Solo recuerdo que dije que ese no era mi tío, seguía sin querer ver la realidad. Y puse mi mano en el cristal haciendo un intento de tocarte y que despertases.
La noche fue horrible y el día siguiente peor, el día de la despedida final. Una vez acabó todo tocó volver a la realidad pero sin ti.
No lloré hasta estar sola en mi casa, porque en esos momentos tuve que ser fuerte por toda mi familia y darles cariño y mis fuerzas para que no se hundiesen.
Hoy se cumplen 6 años de ese día que marcó nuestras vidas, 6 años sin tu risa, tus indirectas, tus bailes….
6 años en los cuales sigo queriendo verte y darte un último abrazo, un último beso, cantar contigo por última vez como solíamos hacer.
No dejo de pensar en la última vez que nos vimos, aquel día me hiciste llorar de risa bajo una lluvia de abril. Ese día sin saberlo fue nuestra despedida, ese día cantamos juntos en el coche, ese día nos inventamos un baile que a día de hoy sigo bailando como si estuvieses aquí, ese día cogimos naranjas del campo, nos mojamos bajo la lluvia y recuerdo como hice una de mis payasadas y te echaste a reír sin parar, esa risa que contagiabas a todo el mundo y ahí fue cuando me hiciste la chica más feliz de este mundo, sin importar que nos mojásemos, sin importar nada ni nadie, éramos tío y sobrina felices, riendo. Teníamos esa conexión tan difícil de encontrar entre dos personas, mirarnos a los ojos y saber todo, hacer un gesto y entendernos. Me quedó mucho por saber y aprender de ti, muchos momentos que vivir juntos, muchas preguntas sin resolver y la más dura es ¿por qué te fuiste? Me enseñaste a ser libre, a saber decir no sin miedo, a hacer lo que me gusta, a luchar, a soñar, me enseñaste a vivir. Éramos tan iguales y tan diferentes a la vez….
La vida me estaba dando los últimos momentos contigo, la última foto juntos mirándonos a los ojos sin saber que era la última vez. Por eso creo que es importante disfrutar de la vida y los momentos como si fuese el último.
Hoy sigo cantando como si estuvieras a mi lado, sigo hablando en muchas ocasiones de ti en presente y sigo sintiéndote a mi lado, esa caricia en la mano, ese escalofrío sin sentido sé que eres tú, cuidándome, dándome tu mano en los momentos difíciles y haciendo que sea fuerte como tú me enseñaste. No te vayas de mi lado jamás.
En esta ocasión voy a hablar de ti.
Para mí eras más que un tío, eras mi alma gemela y sin esperarlo de la noche a la mañana te fuiste.
Aún recuerdo ese día como si fuese hoy. Recuerdo que la noche anterior no conseguía dormir, no sabía por qué, pero tenía una sensación extraña que no me dejaba dormir. Llegó la madrugada y conseguí dormir. Y al despertar fue el peor despertar de toda mi vida, recibí un mensaje de mi padre diciendo que te habías ido al cielo. No podía creer lo que estaba viendo, me froté los ojos y llenos de lagrimas volví a leer aquel horrible mensaje, eran las 11 de la mañana y llamé a mi madre con todo el dolor que tenia dentro de mí. Seguía sin creerlo, te fuiste mientras dormía, pensaba que seguía en una pesadilla y me quería despertar, pero no fue así, era tan real como la vida misma.
Con todas mis fuerzas cogí el coche y viajé con mi madre 400km aprox. hasta llegar a Castellón. Durante todo el camino intentaba distraerme con cosas que veía por la carretera porque mi mente no era capaz de asimilar eso.
Una vez llegué allí y entré no podía creer lo que veían mis ojos, tu nombre en una pantalla indicando la sala, me volví a frotar los ojos por hacer un intento de no querer ver la realidad y entré. Fue el único momento que lloré delante de mi familia, tragué saliva y me acerqué a aquel cristal tan frío y triste que había en esa sala. Solo recuerdo que dije que ese no era mi tío, seguía sin querer ver la realidad. Y puse mi mano en el cristal haciendo un intento de tocarte y que despertases.
La noche fue horrible y el día siguiente peor, el día de la despedida final. Una vez acabó todo tocó volver a la realidad pero sin ti.
No lloré hasta estar sola en mi casa, porque en esos momentos tuve que ser fuerte por toda mi familia y darles cariño y mis fuerzas para que no se hundiesen.
Hoy se cumplen 6 años de ese día que marcó nuestras vidas, 6 años sin tu risa, tus indirectas, tus bailes….
6 años en los cuales sigo queriendo verte y darte un último abrazo, un último beso, cantar contigo por última vez como solíamos hacer.
No dejo de pensar en la última vez que nos vimos, aquel día me hiciste llorar de risa bajo una lluvia de abril. Ese día sin saberlo fue nuestra despedida, ese día cantamos juntos en el coche, ese día nos inventamos un baile que a día de hoy sigo bailando como si estuvieses aquí, ese día cogimos naranjas del campo, nos mojamos bajo la lluvia y recuerdo como hice una de mis payasadas y te echaste a reír sin parar, esa risa que contagiabas a todo el mundo y ahí fue cuando me hiciste la chica más feliz de este mundo, sin importar que nos mojásemos, sin importar nada ni nadie, éramos tío y sobrina felices, riendo. Teníamos esa conexión tan difícil de encontrar entre dos personas, mirarnos a los ojos y saber todo, hacer un gesto y entendernos. Me quedó mucho por saber y aprender de ti, muchos momentos que vivir juntos, muchas preguntas sin resolver y la más dura es ¿por qué te fuiste? Me enseñaste a ser libre, a saber decir no sin miedo, a hacer lo que me gusta, a luchar, a soñar, me enseñaste a vivir. Éramos tan iguales y tan diferentes a la vez….
La vida me estaba dando los últimos momentos contigo, la última foto juntos mirándonos a los ojos sin saber que era la última vez. Por eso creo que es importante disfrutar de la vida y los momentos como si fuese el último.
Hoy sigo cantando como si estuvieras a mi lado, sigo hablando en muchas ocasiones de ti en presente y sigo sintiéndote a mi lado, esa caricia en la mano, ese escalofrío sin sentido sé que eres tú, cuidándome, dándome tu mano en los momentos difíciles y haciendo que sea fuerte como tú me enseñaste. No te vayas de mi lado jamás.
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