A veces se hace duro

Duro, esa es la palabra para definir todo esto que está pasando. Sin darnos cuenta nos cambia la vida en un abrir y cerrar de ojos. Todo lo planeado se queda en pausa, y nos toca adaptarnos a lo nuevo. Que no siempre es fácil.
Si bien es cierto que vivir solo está de puta madre, y perdón por la expresión. Haces lo que quieres, no das explicaciones, te acostumbras a ti, te conoces, te quieres y sobre todo aprendes a vivir de otra manera a la que nos enseñaron. Pero por muy bien que parezca estar solo, se hace duro, cuando en estos momentos llevamos tanto tiempo sin abrazar, sin hablar mirando a los ojos. Algo tan simple y cotidiano que nos han privado. Y somos tantos los que día tras día pasamos las horas hablando solos, sin ver a nadie, sin abrazar, sin mirar unos ojos, que al final caes.
Por muy fuerte que seas o quieras serlo, tienes días que no puedes más. Que la soledad te embota la cabeza porque se hace frío una llamada o un mensaje.
Días en los que no quieres ni encender el teléfono porque te aburre ver lo mismo....
Y solo nos queda esa esperanza de que todo pase lo antes posible, que volvamos a sentir la risa de un amigo, una caricia en las manos o un beso en la mejilla.....
Cada uno hemos vivido esto de manera diferente y admiro de verdad la lucha diaria de cada persona que ha necesitado en un momento dado un abrazo para soltar esa ansiedad y no lo ha tenido.
Los que tenéis a alguien cerca cada día no os podéis imaginar lo afortunados que sois, cuidarlo, disfrutarlo porque tenéis el tesoro más valioso que se puede tener en estos momentos.
Saldremos de todo esto más fuertes pero sobre todo valorando lo que de verdad importa.....